Proyecto El Rincón de Malinalco: noticias de archivo de 2009-2010

 


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Los maestros artesanos de Malinalco enseñan a los hijos de nuestros migrantes

Este año pasado atestiguó el crecimiento de Proyecto El Rincón en todas dimensiones: amplió sus programas para los niños hijos de padres migrantes; hubo creciente participación de los artesanos de Malinalco para enseñar a los niños y desarrollar nuevos y hermosos productos artesanales para la venta; con personal de la oficina proveniente de la comunidad campesina de Malinalco manejando los proyectos y proporcionando apoyo a las familias de migrantes en momentos de crisis. Nuestro equipo ayuda a las familias de Malinalco a encontrar a parientes migrantes desaparecidos, a comunicar con migrantes en prisión en momentos donde les era imposible llamar a casa e incluso ayudar a liberar a migrantes injustamente encarcelados en prisiones de Estados Unidos y reunirlos con sus familias.

En la medida que Estados Unidos ha recrudecido las medidas en contra de los migrantes indocumentados y que se han incrementado frecuentes detenciones arbitrarias, con crecientes efectos severos para las familias e hijos de los migrantes, el equipo de Proyecto El Rincón ha tenido experiencias gratificantes al estar en el lugar indicado en el momento justo para poder ayudar. Mientras tanto al llegar solicitudes de otras partes de México pidiéndonos compartir nuestro enfoque para ayudar a las familias de los migrantes, hemos visto cómo nuestra experiencia comienza a beneficiar a personas allende Malinalco.

 

En el mes de septiembre Ellen Calmus, fundadora de Proyecto El Rincón, recibió una invitación para viajar a Tapachula, Chiapas, para dirigir un taller nacional para grupos diocesanos que trabajan en las comunidades de origen de migrantes. Mientras que en el mes de octubre recibió de la Republica Mexicana el Premio Quetzalcoatl en reconocimiento del trabajo que Ellen ha desarrollado con los migrantes mexicanos y sus familias.

 

Varios integrantes de Proyecto El Rincón han ayudado a compartir nuestras experiencias, esperando que esto sea una aportación para la gente que trabaja ayudando a los migrantes en otros lugares. La coordinadora adjunta Maribel Sánchez escribió un artículo conmovedor para el número de primavera de la revista Huellas ―una publicación trimestral de la oficina que sobre migración tiene el Episcopado Mexicano― sobre su experiencia como integrante de la comunidad campesina de Malinalco y el trabajo administrativo que desempeña en nuestra oficina, crecientemente ocupada ayudando a familias como la suya, cuyos parientes migrantes se han perdido o han fallecido en los Estados Unidos. Y nuestra coordinadora editorial Laura Pérez publicó una pieza preciosa en el número de otoño de Huellas sobre lo que ya es una tradición anual en nuestra parroquia: levantar un altar para el día de muertos en memoria de los migrantes que salieron de esta comunidad y que murieron en Estados Unidos.

 


Ellen Calmus, fundadora de Proyecto El Rincón, recibe el Premio Quetzalcoatl por su trabajo con las familias de migrantes mexicanos

 

Albertina Rosales, viuda de un migrante de Malinalco que murió atropellado por un conductor ebrio en California, también fue reconocida por su trabajo en Proyecto El Rincón. A lo largo del último año Albertina ha mantenido a sus dos hijos jóvenes con los ingresos producto de las hermosas bolsas, cocidas a mano, que produce a través del nuevo proyecto de costura en el que participan mujeres en el Proyecto El Rincón. Albertina ayudó a crear el proyecto de costura y durante la celebración del día de las madres 2008 en Malinalco, en un evento de reconocimiento al papel especial que desempeñan las madres de las familias de los migrantes en todo nuestro municipio, el presidente municipal de Malinalco entregó a Albertina un reconocimiento especial por su ejemplo inspirador.

 

Cuando la señora Florencia llegó con nosotros buscando ayuda para localizar a su hijo Mario, ocho meses después que dejó de llamarle desde donde trabajaba en Georgia, la tarea pareció desesperanzadora en un principio: el consulado mexicano en Atlanta no lo tenía registrado en sus listas de ciudadanos mexicanos encarcelados. Después sugerencias provenientes de la comunidad y una pista que nos proporcionó el asistente del Fiscal de Distrito nos ayudaron a descubrir que estaba detenido bajo un apellido tan mal escrito que era casi imposible de reconocer. El asistente del Fiscal de Distrito nos puso en comunicación con la abogada defensora de oficio para Mario.

 

La abogada defensora nos comentó que aún cuando ella estaba convencida de la inocencia de Mario y que no era culpable de los cargos que le imputaban, el racismo y los sentimientos contra los migrantes en esa área eran tales que ella sentía que Mario tenía pocas posibilidades de que el jurado local lo encontrara inocente. Pero incluso con la ayuda de un intérprete no había podido explicarle a Mario el concepto de plea-barganing (un recurso de acuerdo con el fiscal) y porqué ella sentía que ésa era su mayor posibilidad de acceder a la justicia. El juez local mantuvo una posición abierta ante la sugerencia de que proviniendo de una comunidad azteca remota, más que un intérprete, Mario necesitaba un intérprete con sensibilidad cultural.

 

Se preparó un altavoz telefónico en la prisión donde se encontraba, de manera que pudimos proporcionarle interpretación por medio de teléfono vía internet de aquello que la abogada defensora le explicaba era un “recurso de acuerdo con el fiscal” y cómo funcionaba, y porqué consideraba que era su mejor opción. Una vez que lo entendió, Mario estuvo de acuerdo y feliz en trabajar en este sentido con su abogada; pocos días después ella se comunicó con nosotros para comentarnos que Mario había salido libre y que pronto estaría de regreso en Malinalco. Un día después que Mario llegara sano y salvo a Malinalco, llegó a nuestras oficinas acompañado de su madre y su hermano menor para regalarnos un ramo de rosas en agradecimiento.

 

Pero nuestra noticia más emocionante sigue siendo la participación de los hijos/hijas de los migrantes en nuestros programas veraniegos y sabatinos. Además de las clases diseñadas para ayudarles con las materias escolares y los juegos para que desarrollen sus habilidades sociales, aprenden el tallado de la madera con los reconocidos maestros artesanos de Malinalco; destreza azteca que ha pasado de generación en generación.


Albertina Rosales recibe un reconocimiento del día de las madres, del presidente municipal de Malinalco


Mario Tetatzin trajo rosas en agradecimiento por su regreso a casa, ya sin más contratiempos

Los adorables medallones que tallan con diseños que rememoran el paisaje local y los motivos aztecas tradicionales en esta región histórica sirven para adornar llaveros que posteriormente los niños venden al Proyecto El Rincón. Los ingresos los utilizan para comprar artículos como ropa nueva o tenis que necesitan para participar en los equipos deportivos locales, lo cual puede hacer una gran diferencia para estos niños y niñas que crecen sin sus padres.

programa verano

El avance que hemos conseguido ayudando a que Malinalco enfrente los desafíos que presentan estos tiempos cambiantes, ha sido posible gracias al apoyo de varias fundaciones pequeñas, junto con una serie de maravillosas donaciones provenientes de amigos, algunos de los cuales han seguido nuestro trabajo desde un inicio; otros que se enteraron de él por boca de otros amigos, mediante publicaciones o vía internet. En semanas recientes han llegado donativos particularmente inspiradores provenientes de: un ciudadano estadounidense que reside en México y cuya donación en línea estuvo seguida de la participación de un grupo de amigos suyos estadounidenses que viven en Saltillo que ayudaron a producir un volante bilingüe de nuestros productos y que era tan necesario, y que ahora utilizan para ayudar a vender nuestros productos en Saltillo; de la congregación de una iglesia en una parroquia de Georgia donde algunos de nuestros migrantes residen a la fecha, y de una mujer joven nacida en Malinalco cuyos padres emigraron con ella a California cuando apenas tenía unos meses de edad, ahora una estudiante universitaria graduada que trabaja en una organización educativa sin fines de lucro.

Expresamos nuestro agradecimiento a todas y todos los amigos de Proyecto El Rincón cuyo aliento y donativos nos han dado la ayuda práctica que necesitamos para seguir con nuestro trabajo al mismo tiempo que proporcionamos a nuestro equipo y muy talentosos artesanos y niños de Malinalco la evidencia más elocuente de que amigas y amigos que viven en lugares remotos de estas montañas y valle se preocupan de la gente de este lugar maravilloso, si bien subdesarrollado, y que apoyan nuestro trabajo con ella ―con la gente de Malinalco― para forjar el futuro mejor que esta región merece.

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