Los maestros tejedores de Malinalco aplican tradiciones inmemoriales al estilo clásico
English

Inicio

Nosotros

Programas

Contexto

Apoyo

Vínculos

Prensa

Noticias

Contacto
 

 


Generaciones de mujeres malinalquenses han usado los preciosos chales llamados rebozos


El maestro tejedor Don Isaac Ramos transmite a
su familia la tradicional técnica del telar de cintura


A su hija Camelia, se le ocurrió una idea

 
 
       

Los conocedores que visitan Malinalco gustan detenerse en el Xoxopastli, tienda donde Camelia Ramos vende rebozos dignos de presentarse en un museo, creaciones de su padre, el reconocido maestro tejedor Don Isaac, y otros integrantes de su familia, incluida la propia Camelia. Sin embargo, hoy día, las mujeres mexicanas portan cada vez menos estos rebozos tradicionales, y desde hace tiempo Camelia y otros integrantes del equipo de Proyecto El Rincón han estado buscando otras posibilidades de uso para estas preciosa telas.

 

     

Y justo cuando nos encontrábamos considerando qué sería la mejor forma de presentar nuestros broches del Águila del Migrante de Malinalco, a Camelia se le ocurrió dividir los rebozos en piezas que podrían estar rematadas con bordado deshilado. Esta idea ya la puso en práctica, capacitando a mujeres de la localidad para que aprendan este trabajo, y que ahora podría usarse como telón de fondo para los broches. Mediante una lluvia de ideas pensamos en diseño y colores hasta llegar a la mascada que ustedes ven modelada por Laura Pérez, coordinadora de las publicaciones de Proyecto El Rincón.

 

Terminar las piezas tejidas a mano con el bordado deshilado resultó ser una idea verdaderamente inspiradora: la combinación creo una mascada que se pliega maravillosamente, con una textura y apariencia que son marco perfecto para el broche, aunque también, es una pieza maravillosa por sí misma.

 

Siendo que nuestra mascada desveló una riqueza de talento para el trabajo fino de aguja entre las mujeres de esta área, un historiador nos comentó que en algún momento el valle de Malinalco fue gran productor textil y, aunque

     

son pocos los que saben de esta historia fuera del valle, lo cierto es que las aptitudes para esta fina destreza permanecen. Vemos con suma interés el potencial en el desarrollo de estas destrezas aplicadas a la producción de finas piezas poco comunes, como las mascadas que Camelia y su equipo de costureras han creado para acompañar nuestro broche y aretes de cedro y plata. Ahora esperamos hacer talleres donde Camelia y su familia compartan sus destrezas con otros, de manera que podamos incrementar nuestra capacidad de producción, y a la vez ir creando más fuentes de empleo en Malinalco.

 

Colabora

con un donativo